jueves, 31 de mayo de 2012

El Asesino de corazones Parte 1

“Encontrándote de pie, sin saber que decir, sin devolverlo el beso otorgado, sin devolver el beso lastimado, te fuiste, te giraste, te lastimaste, y sin decir nada te fuiste, y sin decirme adiós volaste.”Esas fueron las palabras de su cuaderno ensangrentado tras matar a su última víctima, con el filo de la sequía, agregando el retrato de su cara melancólica con su ramo ramo de flores secas en la mano, con los labios oscurecidos y agobiados.Tras cada víctima, iba añadiendo sus frases, tras cada frase se encontraba la historia de un amor inconfesable…Volteó la hoja y encontró unos hermosos color carmesí, brillantes como la luna llena.“Cuando giras, tu pelo se desenreda, cuando giras, tus mechones se suicidan, cuando giras, tu cabello llora de alegría”Una mujer, con una historia amorosa, un simple cabo sin resolver de su cuento de muertos.Conociendose en aquel bar desemparado, perdiendo la cartera y perdiendo su broche, se encontró con el asesino de corazones.A primera aparencia, un hombre de cabello rubio, ojos puros, tez pálida y aterciopelada…Todos los días iba en busca de su broche, y el todos los días iba en busca de sus mechones.Tras encontrarse y juntarse como pareja, como un amor que 1+1 es 1, todo fue como un cuento… malévolo.Tras esos mechones se encontraban buscadores de broches, tras esos mechones se encontraban hermosos colores…Y una noche, en el bar de los broches la encontró…Y el asesino de corazones vió como giraba y giraba, con ese buscador de broches tan hermoso…Y el asesino de corazones se hundió y asesino el corazón mientras durmió su cabello volante. Nada de diferente a la primera asesinadaSe conocieron en una noche lastimada a la luz del alba, con la música de melodrama.En esa luz se encontraba la figura oscura de su amor enterrado, con su cabello corto y onduloso, (siempre pensó que era el viento quién dibujaba esos hermosos cabellos), pese a ser una figura oscura, sobre su piel sedosa y aterciopelada lucían las estrellas encarbonadas.Cada día se encontraban donde las estrellas vislumbraban con gran anelo, el cariño de este amor desfragmentado.Pero las sombras tienen perfiles oscuros, tienen perfiles siniestros, y un día, tras caer en la profunda oscuridad, se giró, sin decir adiós, sin dar la mueca del amor…Y el asesino de corazones terminó con ella en la oscuridad que parecía rodearla, y el asesino de corazones terminó con la vida de su amada. Al final del álbum lleno de lágrimas derramadas mezcladas con la sangre creada por sus amadas, se encontraba la frase“No fue por siempre, pero siempre os guardaré… se que me amaréis, pese a estar con vuestro broche o con vuestra tez” Y el asesino de corazones se tumbó y lamentó el error que no cometió: amar en un momento, amar por como fue todo aquello.Pero los corazones muertos no pueden regresar, su corazón murió, su otra parte sobrevivió.Soñaba con la esperanza de verlas de nuevo y preguntarlas qué tal las iba.Pero ya probó un día.Ella encontró el buscador de su broche, y con gesto de desprecio mientras asesinaba poco a poco el corazón de el asesino de corazones, le decía que quién fuese o fuera, que no le quería ni para tierra, ni como polvo, ni como brisa…Tras encontrar su sombra oscura a la luz de la luna, se encontraba riendose ella de nuestro pequeño Asesino…Acusado de asesinar su propio corazón tras entregarselo a su gran amor. Y tras recordar, se posaba a cortar su corazón con apunte a su álbum, amoroso, de añoranza, de lamento…


Tras despertar de un sueño profundo logrado tras acostarse antes de que saliese el alba, observó detenidamente su album de roturas y pérdidas, y fue a su primera página, donde se encontraba la primera alma perdida: la persona muerta y viva; la persona que ama y daña.

En un sofocante verano de suelos de marmol turbios y en un cuarto siendo horno, se encontraba el amor que en su momento murió.

Encontrándose plácidamente durmiendo se acercó su amor, y tras varios movimientos sintió como fue traicionado y dañado, como alzaba su puñal y lo alcanzaba a su corazón, con movimientos lentos y fugaces, calmantes y dolorosos, pensando si fue provocado, pensando si fue sentido de satisfacción, terminó siendo víctima de lo que todo el mundo en sus sueños teme y anela, un tanto doloroso y morboso.

Tras el encuentro en el infierno, se encontró con que quiso iniciar sus crímenes incomprendidos, y al tiempo, hizo de él su primera víctima.

Con rechazos y palabras punzantes, iba incando en el corazón del psicópata espigas que iba desangrándolo poco a poco, y tras ese tiempo murió.

“Fue un amor platónico, encontrado en el cielo y terminado en el infierno”

La descripción se encontraba debajo de la foto de un hombre de pelo lacio, y ojos profundos.

Pasando página se encontraba una dama.

Tan hermosa como la estrella polar, tan brillante como la vela al encenderla en una iglesia gótica, tan viva como la flor de la tumba de su alma.

Una hermosa historia y brillante… por ser dulces sueños de nuestro torturador…

Ese día se encontraba, tras la tortura apaleada por su primera víctima, la dama lo veia y no decía nada, pensandolo en un inicio víctima de su inocencia, supuso que era desconocedora de lo que pasaba. Tras pasar el tiempo y analizarla, supuso que siempre supo de ello y más, supo cuales más fueron víctima de sus torturas y nuca llegó a confesar. Tras pensar que esa dama le quería como ella alegaba, nuestro asesino de corazones inició la tortura de su siguiente víctima:

Las torturas eran afirmaciones de lo que ella pensaba y ocultaba, y tras lágrima a lágrima de su víctima nuestro asesino sonreía y lloraba, nunca entendió por que todo eso tuvo que pasar, y entendía y dejaba de entender por que debía ese acto cometer… pero él, sacó su puñal de lágrimas y atormentó a su víctima hasta convertirse en un río seco de tanto lágrima desprender, de tanto sufrimiento tener, de tanto pensar en lo que llegó a hacer…

"La mujer que brillaba al alba con sus mentiras destacadas"...
Tras cerrar el álbum, se sentó a meditar y a pensar, desde el comienzo de su primer víctima hasta su última ejecutada.
Desde los comienzos, siempre asesinó a quienes daño cometió sobre su ser y pensamiento.
Siempre disfrutó y lloró tras cada ejecución.
¿Por qué llorar, por qué amar?
¿Por qué vivir, por qué morir?
¿Es esta vida producto de un juego macabro de algún creador? ¿Es producto de un laberinto del que no tiene no hay rincón y no tiene solución?
Pensaba mientras peinama los hilos de su cabeza que volaban con las hondas del infierno, con sus manos largas y heladas, paraba el radiocasett que repetie una y otra vez, la melodía con la que escribía con tan poca sensatez.
Si tras cada madrugada salía y amaba a alguien de nuevo, nacia de nuevo un temor y al tiempo un odio que solo sus puños lograba sofocar, mientras miraba a la víctima con grandes lágrimas y el con una sonrisa pícara y unas lágrima siempre repetía:
¿Por qué me amaste?
¿Por qué me traicionaste?
¿Por qué me olvidaste...?
Yo sólo busco un amor, que una vez sucumbió, que cedió al ardor, que se rindió al temor...
Quiero recuperar un nuevo recuerdo que sustituya el dolor que me causó la perdida de ese amor, renacer todos los momentos, corregirlos...
Pero la víctima perdía la vista en su ínfima vida, y mientras él lo veía, recordaba el texto de Miguel Delibes
"Yo señor, no soy malo, pero no me faltarían motivos para serlo."
Y tras recordarlo, le decía a su víctima:
"Yo, mi amor, no soy malo, pero no me faltarían motivos para serlo"
Y la víctima en la mayoría de las veces, antes de dar el último suspiro de parte de su corazón decía:
"Estás loco, ni el mayor de nuestro Dios, ni Satán, lograrían calmar vuestra locura"
Mientras, el asesino de corazones, arrancaba y se guardaba en su álbum el corazón, decía:
Estoy loco, si, pero loco por buscar un amor que usted nunca sintió, insensato"

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